Los mayas no hablan del fin del mundo, es más, específicamente dicen que todo se transforma, que lo único que permanece es el espíritu, en su viaje de evolución hacia niveles superiores.
La profecía maya más bien nos habla de cambios que ocurrirán a nivel físico en el planeta, y en la conciencia de la raza humana.
Posiblemente, la civilización maya fue una de las más importantes de la historia. Hay vestigios históricos que existen desde los años 400 a . de C., si bien su real origen se remonta, de acuerdo a los propios mayas, a miles de años atrás, como sobrevivientes directos del cataclismo atlante. Entre el año 300 al 900 d. de C. se marca la culminación de su apogeo para los tiempos modernos. Tenían grandes conocimientos de astronomía y matemáticas, poseían un sistema de escritura jeroglífico y construyeron impresionantes edificaciones. Pero toda esta grandeza se vio reducida a la nada cuando, por causas desconocidas, las ciudades mayas fueron abandonadas e invadidas por la selva.
La Profecía
Se dice que entre el año 1995 y el 2012 la humanidad recibirá la luz del conocimiento desde el corazón de la galaxia. Dicen que esto sucederá cuando los seres humanos despierten sus cuerpos de luz y trasciendan sus sombras. Así, es posible recibir la luz del conocimiento y llegar a ser seres luminosos. El cuerpo dormido de la humanidad debe despertar. Estos conocimientos sagrados nos prepararán para la edad de Itza, una edad de conocimiento, que dicen comenzará a finales del año 2012.
Los mayas piensan que el mundo tal y como lo conocemos hoy, finalizará después de estos trece últimos baktunes. El 13 es el número sagrado maya, el número del movimiento y el más elevado.
La humanidad ya vivió varios ciclos antes del que nos encontramos actualmente. Uno de ellos sería el de la Atlántida, que concluyó con la desaparición de este continente. Su conocimiento fue a parar a Egipto y al golfo de México. Esto explicaría la cultura olmeca y el origen de sus conocimientos secretos. Hubo tres grandes ciclos más, correspondientes a otras grandes civilizaciones de la humanidad, que al igual que la Atlántida, también desaparecieron. Ahora otro gran ciclo estaría a punto de concluir.
Hay un flujo de acontecimientos que no podemos dominar. Estamos todos en un río que ¡hay, quién sabe a dónde nos llevará!. Es su decisión qué hacer o no hacer dentro de ese río. Oponerse a su corriente o fluir con él, dejándose llevar.
Los mayas no hablan del fin del mundo, es más, específicamente dicen que todo se transforma, que lo único que permanece es el espíritu en su viaje de evolución hacia niveles superiores.
La primera profecía anuncia el final del presente ciclo, que desde 1999 quedan 13 años y que cada hombre está en el salón de los espejos para encontrar en su propio interior su naturaleza multidimensional... que nuestro sol gira alrededor de Alción, el sol central de las Pléyades, y que ambos sistemas giran alrededor de la mente, y en el centro de la galaxia, en un giro que dura 200 millones de años.
Con esta profecía los mayas quieren abrir la mente del hombre a la galaxia. Dejan codificado en su calendario la fecha clave para la transformación definitiva: a fines del año 2012.
Los mayas piensan que el mundo tal y como lo conocemos hoy, finalizará después de estos trece últimos baktunes. El 13 es el número sagrado maya, el número del movimiento y el más elevado.
La humanidad ya vivió varios ciclos antes del que nos encontramos actualmente. Uno de ellos sería el de la Atlántida, que concluyó con la desaparición de este continente. Su conocimiento fue a parar a Egipto y al golfo de México. Esto explicaría la cultura olmeca y el origen de sus conocimientos secretos. Hubo tres grandes ciclos más, correspondientes a otras grandes civilizaciones de la humanidad, que al igual que la Atlántida, también desaparecieron. Ahora otro gran ciclo estaría a punto de concluir.
Hay un flujo de acontecimientos que no podemos dominar. Estamos todos en un río que ¡hay, quién sabe a dónde nos llevará!. Es su decisión qué hacer o no hacer dentro de ese río. Oponerse a su corriente o fluir con él, dejándose llevar.
Ya están las semillas dentro de nosotros. Estamos en el inicio del renacimiento de la civilización maya. Y todos nosotros podemos ser mayas. Ser maya no es una cuestión racial, sino espiritual. Maya es alguien armonizado con la Tierra y con el universo.
Los mayas no hablan del fin del mundo, es más, específicamente dicen que todo se transforma, que lo único que permanece es el espíritu en su viaje de evolución hacia niveles superiores.
La primera profecía anuncia el final del presente ciclo, que desde 1999 quedan 13 años y que cada hombre está en el salón de los espejos para encontrar en su propio interior su naturaleza multidimensional... que nuestro sol gira alrededor de Alción, el sol central de las Pléyades, y que ambos sistemas giran alrededor de la mente, y en el centro de la galaxia, en un giro que dura 200 millones de años.
Con esta profecía los mayas quieren abrir la mente del hombre a la galaxia. Dejan codificado en su calendario la fecha clave para la transformación definitiva: a fines del año 2012.
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