CELOS!!... Eres mía y antes muerta que libre..

El celo es un sentimiento desagradable que nos desequilibra y enflaquece. Tomados por los celos, sentimos que somos traicionados por nosotros mismos: al final, sentimos que no deberíamos sentir lo que estamos sintiendo!


El celo nos divide internamente. Mientras un lado de nuestro ser clama por atención al sentirse excluido, el otro lado nos reprueba por esta misma actitud, pues los celos amenazan destruir el orden y el equilibrio emocional de una relación.

A pesar de ser pocas veces admitido, los celos son una emoción común, que hace parte del cotidiano de todas las relaciones humanas. Reconocer los celos y lidiar directamente con ellos es una acción interna saludable, que acelera el proceso evolutivo del auto-conocimiento. En tanto, él pasa a ser patológico cuando nos lleva a perder la capacidad de hacer nuestras elecciones.

Si el fuego de los celos no fuera contenido, él nos quema y trae serias consecuencias: alimentados por la desconfianza y por la agresión, generamos ansiedad, rabia, humillación, vergüenza, depresión y hasta deseo de venganza.

El foco de infección a ser tratado será el de la auto-estima, pues cuando ella está rebajada nos causa la sensación constante de inseguridad e impotencia, y consecuentemente, nos dejamos llevar por la imaginación - además, siempre enfocada para lo negativo.

El celo surge como una señal de alerta que nos anuncia que una amenaza real o imaginaria está invadiendo nuestro territorio afectivo. Nuestro instinto de preservación buscar eliminar todo y cualquier riesgo de perdida del ser amado o situaciones que nos remitan a sentirnos seguros y protegidos.


¿Por qué somos celosos?

1. Falta de confianza en uno mismo: las personas inseguras muchas veces no se sienten merecedoras del amor de su pareja y esto les lleva a desconfiar de la sinceridad y cariño del otro.
Siempre están pensando que en cualquier momento su pareja puede conocer a alguien mas atractivo y tienen miedo a que descubra lo poco que vale en realidad.

2. Experiencias familiares: Es probable que una persona que haya presenciado escenas de celos en sus padres tenga más predisposición a ser celoso que otra cuyos padres se sentían seguros el uno del otro.

3. Experiencias vividas: las personas que han sido traicionadas alguna vez por alguien en quien confiaban es más probable que posteriormente desarrollen una personalidad celosa.

4. Trastornos psicológicos: las personalidades paranoides, narcisistas e histriónicas tienen una gran tendencia a desconfiar continuamente de los demás y por consiguiente a desarrollar una celotipia.


¿Cómo controlar los celos?

1. Evita pensamientos destructivos que hacen que el problema de los celos se agrave e intenta sustituirlos por otros de seguridad y confianza que ayuden a frenarlos.
Esfuérzate en ser objetivo y aprende a diferenciar lo que son hechos reales de lo que puede estar manipulando tu imaginación.

Esto no es otra cosa que tomar verdadera conciencia del problema e intentar hacer algo al respecto.

2. Procura ser más tolerante y dejarle su espacio a tu pareja: evita ese impulso irrefrenable que te lleva a estar en todo momento controlando y preguntándole sobre lo que hace y con quien.
De esta forma lo único que vas a conseguir es que se sienta cada vez más agobiada y atosigada.

3. Comenta lo que te ocurre a algún amigo de confianza y pídele consejo. No olvides que ocultar el sufrimiento y negarlo hace que se potencie cada vez más.
Los consejos y puntos de vista de otras personas ayudan a analizar lo que nos ocurre de forma objetiva y a encontrar soluciones que tal vez no se nos habían ocurrido.

4. Reflexiona sobre lo que te ocurre e intenta aclarar tus ideas. Esto te ayudará a exponer tus sentimientos con sinceridad, a descubrir tus miedos, necesidades, etc.

Y una vez detectado el problema procura poner todos los medios a tu alcance para solucionarlos.

5. Evita utilizar amenazas, habla claramente de lo que te ocurre, no te ciegues con la rabia e intenta buscar soluciones al problema.

6. Evita culpar a alguien de lo que te ocurre. Procura ser responsable de lo que sientes y no olvides que tus actos dependen de ti, y eres la única persona que puede cambiar tu conducta ante lo que estas sintiendo.

7. Evita ser trágico a la hora de asumir los celos: esfuérzate en apreciarlos como síntoma de amor verdadero y prevenirlos cuando se descontrolan y vuelven dañinos.

Conclusión:
Si aprendemos a controlar estos impulsos, los celos nos pueden ayudar a apreciar y valorar a la persona que tenemos al lado y a cuidar el amor del otro.
Si expresamos nuestras experiencias emocionales con la intensión de profundizar nuestras relaciones, cultivaremos la abertura y la honestidad, actitudes que exigen constante amor y dedicación!!.

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