Isse Sagawa: "El Canibal Japonés"...

Este estudiante de literatura estaba obsesionado con las mujeres occidentales, pero su poco atractivo físico y extrema timidez no se creía capaz de conquistar a un mujer más alta que él.

Mientras estudiaba literatura inglesa se relacionó con una mujer alemana que daba clases de idiomas. Un día de verano, se metió través de la ventana a su apartamento e intento en matarla, pero cuando buscaba algo con que golpearla ella despertó y comenzó a gritar, obligando a Issei a escapar.

Estas fantasías que llegaban a la demencia, comenzaron a ser realidad cuando viajó a París donde encontró a una mujer que se convirtió en su obsesión. Comenzó a conquistarla, pero con la extraña sensación de que el amor que sentía por ella, podría demostrarlo sólo comiéndose a su amada.

Muertes

Sagawa estudiaba en el Censier Institute de Paris en 1981. Allí vio por primera vez a Renee Hartevelt, alemana, alta, rubia y bonita. Esta mujer era la ideal para realizar su planes y a sus 25 años y con blancos brazos no salía de la mente del psicópata.

Debía ser cuidadoso y estudiar bien lo que haría, de esta manera no despertaría sospechas en la joven que hablaba tres idiomas y que tenía toda una vida por delante.

Primero le pidió que le enseñara alemán, pues el padre Sagawa era multimillonario y podría pagar bien a Renee. Ella aceptó y comenzaron a compartir más tiempo juntos, especialmente en conciertos y exposiciones de arte, pero en cada uno de esos encuentros el pequeño japonés comenzaba a planear cada una de sus macabras fantasías.

Un día invitó a la joven a cenar en su departamento, después de esa ocasión se propuso comérsela para poseerla por siempre. El 11 de julio de 1981 se preparó para llevar adelante su plan, compró un rifle calibre 22 hizo sentar en el suelo a Renee al estilo japonés para beber el té, en la bebida mezcló un poco de whisky, el pequeño japonés declaró su amor a la alemana y trató de llevarla a la cama, pero ella lo rechazó porque sólo queria ser su amiga.

Desconcertado le disparó con el rifle en el cuello, ella murió desangrada y con gran esfuerzo desvistió el cadáver y se puso contento porque podía poseerla. Con un cuchillo le cortó el pezón izquierdo y un pedazo de nariz para comerlos.

Con la mujer ya muerta, se preguntó por dónde comenzar a comer el cuerpo. Seleccionó las nalgas, pero las encontró difíciles de comer según relató en un cuento que escribió luego y que tituló “En la Niebla”.

Desquiciadamente relató que cortó hasta encontrar la carne más profunda y puso dos trozos en su boca y dijo que “el sabor es de un rico pescado crudo similar al sushi, no he comido nada más delicioso”.

Con la ayuda de un cuchillo eléctrico siguió cortando el resto del cuerpo de la joven alemana y como si fuera un novillo cortó varios filetes, muchos de los cuales comió en el momento y guardó el resto en el refrigerador.

En su mente enferma siguió adelante con la aberración y tomó fotografías del cadáver mutilado y tuvo relaciones sexuales con las partes que aún estaban completas, para una vez cansado decidió ir a dormir con lo que aún quedaba del cuerpo de Renee.

Al despertar comenzó a deshacerse del resto del cadáver, no sin antes desayunar con los restos de Renee. Con un hacha la corto en pedazos más pequeños para meterla en una maleta, pero mientras la cortaba sintió excitación y no dudó en masturbarse con la mano mutilada de la joven.

El segundo día después de la masacre, con los restos en la maleta pidió que un taxi lo llevara a Bois de Boulogne, pero al tratar de lanzarla a un lago no pudo ya que era demasiado pequeño y no tenía la fuerza para levantar la maleta.

Para su mala suerte una pareja que pasaba por el sector, vio como llevaba una mano de mujer ensangrentada y llamó a la policía, pero Sagawa regresó a su departamento antes y disfrutó de filetes de carne que tenía en su refrigerador.

Sin juicio

Dos días después de los brutales hechos, revisaron el departamento y en el refrigerador se encontraron con restos de cuerpo humano, incluidos los labios que hasta ese momento no sabían a quien pertenecían.

Sagawa confesó el macabro asesinato y les señaló a los oficiales que tenía una historia medica con una enfermedad mental. En la presentación ante un juez sus descripciones fueron detalladas y así el juez decidió que él no era competente para juzgarlo: estaba realmente loco.

Fue condenado a prisión en el asilo Paul Guiraud, los tres psiquiatras que lo evaluaron dijeron nunca se curaría. Su multimillonario padre, presidente de una importante firma nipona logró que lo llevaran al hospital psiquiátrico Matsuzawa en Japón.

Pese a que todos creyeron que allí estaría de por vida, gracias a las influencias de su padre sólo estuvo 15 meses y quedó libre en agosto de 1985, de nuevo, gracias a su padre.

El caníbal pasó de ser entonces un peligro a una celebridad, ya que viajó a Alemania y dio entrevistas a la televisión y todos los medios donde declaraba que la carne humana era una de los mejores alimentos.

Apareció en películas pornográficas japonesas y escribió cuatro novelas, en la describía los detalles de su asesinato y logró vender más de 200 mil copias. Gracias a su padre, había escapado con un asesinato, y estaba muy orgulloso de él.

Ahora es popular y señala que, "el público me ha hecho el padrino de canibalismo y estoy contento feliz con eso".

En su sitio web cuenta de detalles sobre su crimen y defiende al canibalismo asegurando que no es un acto horrendo. En una revista, dijo que espera ser comido por una joven mujer occidental, porque, sólo un acto como ese lo salvará.

Hoy en día es libre y ha logrado convertirse en una celebridad en su país, Issei Sagawa admite que su gusto por la carne humana sigue intacto.

1 comentarios:



Anónimo dijo...

no me gustan los brazoz me encantan los muslos y las nalgas

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